Artículo escrito por Juani Martínez Martínez y Ana Sánchez Fernández (Profesionales de atención directa en Residencia El Copo) para el Semanario El Noroeste.

En primer lugar, queremos que todos entiendan que las personas con discapacidad intelectual que viven en instituciones, están en cierto modo, separadas de sus familias y de su comunidad. Por todo ello, creemos que la figura de los cuidadores es muy importante, son las personas con las que mantienen un contacto directo todo el día, con las que ríen y con las que lloran, con las que se divierten y con las que se enfadan, en definitiva, con las que conviven como otra familia.

No cabe decir, que dedicarte profesionalmente a ser cuidador/a tiene un elevado carácter vocacional, has de ser una persona cariñosa, respetuosa, paciente y con empatía, debes de tener interés en ponerte en el lugar del otro para poder entender que necesita de ti, siempre respetando las preferencias de la persona a la que vas a prestar tu apoyo. Pero no es suficiente tener vocación de ayudar a los demás, también debes de tener formación permanente y adecuada para solucionar los contratiempos que surjan en el día a día, este aspecto y una actitud positiva son claves.

Nuestro trabajo es prestar el apoyo necesario para que las personas con discapacidad participen en las actividades de la vida diaria, no haciendo las cosas por ellos, sino, facilitando que ellos las hagan por sí mismos en la medida de lo posible, para lo cual es necesario que los cuidadores sepan escuchar a la persona dependiente, solo así podrán prestar el apoyo respetando sus deseos.

No todos los días son maravillosos, nosotras también tenemos nuestros problemas y nuestras limitaciones, por lo que también necesitamos ser cuidadas física y mentalmente para poder desempeñar nuestro trabajo con profesionalidad y con optimismo, y que nuestros contratiempos no les afecten a ellos.

Muchas personas nos dicen que no podrían trabajar con personas con discapacidad porque les daría pena, a nosotras lo que nos produce pena son las personas que piensan así, damos gracias por tener la oportunidad de aprender todos los días lo que ellos nos enseñan a nosotras, lo que significa el compañerismo, el espíritu de superación, el no rendirse y el verdadero valor de vida.