Hola, me llamo Ángeles Merlos Gómez y me gustaría contar un poco de la historia de mi vida. Nací el día 7 de noviembre del año 1964 en Vélez Blanco, Almería. A los 7 meses tuve meningitis y a consecuencia de ella se me paralizó el remo derecho. Mis padres se esforzaron mucho, me llevaron a muchos médicos para saber qué me había pasado hasta que en Granada descubrieron que era meningitis.
Empecé a andar a los 3 años, luego nació mi hermano y cuando yo tenía 7 años nos trasladamos a vivir a Caravaca para que mi hermano y yo fuésemos al colegio. Tengo 2 hermanos y 1 hermana con los que me llevo muy bien y estamos muy unidos. Estudié en el colegio Nuestra Señora de la Consolación. Más adelante, estuve ayudando a enseñar catequesis de niños para su primera comunión.
Después participé en la renovación carismática de la Iglesia de la Purísima Concepción. El día 2 de septiembre de 1993 conocí APCOM. Para mí ha sido y es maravilloso tener todos los días mi sitio. Un lugar acogedor en el que me siento cómoda y dónde todos los trabajadores nos tratan muy bien. Formo parte del programa “Ética en construcción” y soy la delegada de mi taller.
Por las tardes, asisto a la escuela de adultos, pienso que me ha venido muy bien para seguir aprendiendo y a la vez estar con otras personas que también les interesa aprender. También estoy en la hospitalidad de Lourdes, en Caravaca, asisto todos meses a las convivencias regionales y conozco a mucha gente que también le interesa el tema religioso. He viajado a Lourdes en 3 ocasiones.
Durante mucho tiempo he intentado tener un trabajo estable y poder sentirme útil y realizada. Realicé prácticas en la Biblioteca de Caravaca durante el año 2010, identificando noticias del año jubilar.
El día 12 de marzo de este año empecé un periodo de prácticas en PREVAE, mis tareas consisten en escanear documentos de empresas y pasarlos al ordenador. Voy 2 días a la semana y me apoya una preparadora laboral de APCOM. Mi horario es de 10 a 12 pero cuando hay reconocimientos médicos voy media hora antes para poder ayudar a mis compañeros con los clientes. Estas prácticas han sido para mí un soplo de aire fresco, ahora soy una mujer de 60 años que aspira a tener un empleo adaptado a mis necesidades e intereses.
Me gustaría tener la oportunidad de tener un contrato de trabajo. Para mí, sería un acontecimiento muy importante en mi vida ya que me es muy necesario para poder gozar de un sueldo para tener un desahogo económico para hacer viajes, salir de ocio, ir a cenar, comprarme lo que yo quiera.
Quiero dar las gracias a la empresa PREVAE por darme la oportunidad que estoy viviendo con tanta ilusión y especialmente a Julio Marín por ser mi persona de apoyo en la empresa, por lo bien que se porta conmigo y lo fácil que me lo está poniendo para estar a gusto en mi puesto de trabajo.